Historia de una Pasión
1914
Esta historia comienza hace unos cien años, en 1914 cuando mi bisabuela Isabel elaboraba pan en su horno de leña para su marido y sus hijos en la provincia de Burgos.
Por aquella época, mis bisabuelos tenían una tienda en la que vendían telas y productos de alimentación. El pueblo creció debido a los trabajos que realizaba Campsa en la zona, se construyeron unas casas cercanas donde residían los numerosos trabajadores.
Con la llegada de tanta gente se amplió la demanda de productos y mi bisabuela, con su saber hacer y con gran esfuerzo comenzó a elaborar pan para abastecer a estos nuevos vecinos, el éxito fue inmediato.
Una de sus hijas, mi abuela Digna junto a su marido, mi abuelo Epifanio, tomaron el relevo en la panadería y comenzaron a abrirse camino amasando pan en la Venta de Orbaneja, un lugar al norte de Burgos, elaborando y repartiendo pan a los pueblos cercanos de la comarca con la ayuda de sus 7 hijos.
Años de la postguerra
Eran tiempos difíciles, los años de la postguerra, cuando había escasez de todo y la gente pagaba el pan de todo el año en los meses de julio y agosto, cuando cosechaban el trigo y la cebada, el cual se pagaba en fanegas.
Ese trigo lo llevaban al molino de piedra y lo molturaban para poder elaborar uno de los mejores panes de la región durante el invierno.
Comienzo de los años sesenta
Antes de dar el salto definitivo a Santander, se instalan en San Roque de Riomiera, una importante comarca ganadera. Allí mis abuelos alquilan una panadería y comienzan a vender pan a los ganaderos de la zona. Era el comienzo de los años sesenta.
Pronto su pan empieza a coger fama y comienza a ser muy demandado por la zona.
1964
En 1964 , después de tres años de esfuerzo y sacrificio y con los ahorros obtenidos durante mucho tiempo, Epifanio y Digna deciden hacerse con el traspaso de una panadería en la ciudad de Santander, una población más grande que ofrecía más oportunidades al matrimonio y a sus 7 hijos.
Con su buen hacer y poco a poco su pan empieza a coger un gran prestigio en la región, por su calidad y por el servicio que se ofrecía en la panadería, y que no sólo elaboraba pan, sino que también lo repartía a otras tiendas y panaderías.
En los años 80
En 1980, mi padre, Clemente Martínez, el mayor de los hijos varones, se hace cargo de Panusa, una empresa que nace en 1969 como la unión de varias empresas de panificación que fundan Panaderías Unificadas Santanderinas (hoy Panaderías Nuevas de Santander).
En todos estos años y gracias al esfuerzo diario, Panusa se ha convertido en la empresa líder en Cantabria en fabricación de pan cocido y precocido, y se encuentra entre las primeras empresas nacionales en este sector.
A partir de 1999
A partir de 1999, mis dos hermanos y yo, nos hacemos cargo de la empresa, siempre con los inestimables consejos de nuestro padre, poniendo diariamente toda nuestra ilusión y pasión por elaborar el mejor pan.
Actualmente
Actualmente la experiencia nos ha permitido aplicar este conocimiento acumulado durante todos estos años y nos permite elaborar un pan reconocido para el mercado nacional, así como en varios mercados internacionales, donde nuestro pan destaca por su calidad, tradición e innovación.
Esta es la historia de mi familia y su relación con el pan, nos gustaría que nuestros bisabuelos y abuelos estuvieran orgullosos de cómo conservamos el amor que nos han transmitido hacia este alimento, el mismo que tenía mi bisabuela Isabel cuando elaboraba el pan para alimentar a sus hijos y vecinos en Villanueva de Rampalay en 1914.
Mirian Martínez
Directora de Marketing de Panusa
La familia Martínez





